Viviendas de calidad para todos
A solo unos minutos andando del centro de la ciudad no encontramos con este edificio, que ocupa una manzana entera adyacente a la calle Jesús, siendo una de las pocas construcciones en la ciudad de Valencia que consigue completar una manzana.
La construcción de esta agrupación residencial se debe a la legislación promulgada en esos años, que pretendía descongestionar el centro de la ciudad y posibilitar el acceso de la clase obrera viviendas dignas. Las viviendas diseñadas para esta promoción contaban con todas las comodidades disponibles en aquella época.
El diseño de este complejo es muestra de las múltiples influencias a las que estaban sometidos los arquitectos de entonces: la valoración de la monumentalidad y de la artesanía son propias del Modernismo, el uso de los diferentes materiales recuerda a la escuela de Ámsterdam (muros de ladrillo y dinteles pétreos) y la magnitud del proyecto se asemeja a la de los grandes proyectos de vivienda social de la Viena de aquellos años.
Destacan en el conjunto las parejas de torres cubiertas con cerámica vidriada verde que rematan las cuatro esquinas de la manzana. Fueron diseñados como depósitos de agua, aunque nunca se usaron como tales.
Como bloque de viviendas que sigue siendo a día de hoy, el interior de la Finca Roja no es visitable. A pesar de esto, es recomendable pasear por las calles que la rodean o tomar algo en una de sus apacibles terrazas.
